Osea, una putadilla.
Estuve 5 dias ingresado en el hospital compartiendo habitacion con un señor mayor a los que unos medicamentos había destrozado por dentro. El cepillo de dientes le provocaba arcadas, así que cada vez que se limpiaba los dientes me deleitaba con un concierto de cámara de arcadas, que podía ser a las 3 de la tarde, o a las tres de la madrugada. Los que me conocen ya saben que soy alto, 196cm. para ser mas exactos. Bueno, pues no fué hasta el tercer día que descubrí que la cama de hospital podía estirarse. Así que estuve tres noches durmiendo "encogío". Tampoco me dijeron que podía pedir sal en las comidas. Así que estuve tres dias durmiendo "encogío" y comiendo soso. ¡Pero soso, soso!