Me cambio de ropa y me pongo la ropa de trabajo. Mi camiseta y mis pantalones elásticos del chino. Negros los dos. Cambio el chip. Se acabó la cháchara, ya habrá tiempo para más luego.Voy a trabajar. Pies descalzos a la distancia de las caderas, apuntando al frente, descalzos porque la conexión con el suelo es primordial; rodillas desbloqueadas, cóccix neutro como si un hilo invisible tirase de él hacia abajo. Ni hacia adelante ni hacia atrás; en el medio. Espalda recta, hombros abajo, cuello estirado y la mirada fija en el horizonte. Respiro empujando el aire que entra hasta la pelvis. Y de pronto... ESTOY. Soy yo, aquí y ahora sin pensar en el pasado ni en el futuro.
lunes, 11 de marzo de 2013
martes, 26 de febrero de 2013
MIEDOS Y DESPERTARES
Una de las cosas que me da mas miedo, como actor a la hora de enfrentarme a un personaje o subirme a un escenario, es hacer el ridículo, sentirme ridículo. Es un gaje del oficio, va en el lote de ser actor. No hablo de hacer el payaso como dirían los demás ni de que se rían de mí (que no conmigo), sino de hacer una función horrible, tener una noche horrible donde realmente mi trabajo realmente apeste,
jueves, 10 de enero de 2013
domingo, 6 de enero de 2013
¿Regalos? ¿Qué regalos?
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